lunes, 9 de abril de 2012

Del Matapaños a San Martin de la Val de Onsera

Esta es una de las excursiones más divertidas de este año, con su pequeña emoción, sin riesgo real, pero teniendo que superar el famoso "pero... que coño hago yo aquí".

Se trataba de bajar desde el MATAPAÑOS (recomiendo esta página de paseos virtuales), hasta la Ermita de San Martín de la Val de Onsera


o mejor dicho, como en la ermita ya hemos estado multitud de veces, hasta el Collado San Salvador y así enganchar con una senda recuperada recientemente para evitar el famoso "Paso de la Viñeta",


A la senda, se le ha llamado de los burros y creo que la visita a la ermita debe completarse con esta bonita senda, por ejemplo subir por La Viñeta y bajar por la senda.

A lo que vamos.
Dejamos el coche unos metros antes de la cadena que cierra la pista que sube a Cuello Bail (Santa Eulalia la mayor), subimos por una senda/costilla en el barranco, que nos deja en Cuello Bail. Allí, vemos el pozo de nieve recién restaurado, y parriba.
Cumbre del Matapaños, espectáculo glorioso, a norte, a sur, a este, a oeste.
A almorzar, porque ahora viene lo bueno.

Ya descendiendo de la cumbre, en dirección al collado Collicierco, empezamos a disfrutar del suelo. Los erizones (almohadillas de monja), son espectaculares. No nos dan un respiro. La senda, que seguro que en su día existió, esta completamente comida por la vegetación, así que y como tantas veces, gracias al GPS, podemos ir hacia la entrada a la bajante a San Salvador. ME asomo, lo veo muy complicado y pienso ¡¡¡huy no se yo!!! Pero Rosa ya había empezado el descenso, así que, a seguir.

 


Las pedreras parecen mentira.

Es imposible que las piedras se mantengan con semejante pendiente. Afortunadamente de vez en cuando hay un boj (bucho), que nos deja colgarnos en su ramas, y proseguir la marcha.







 


Algún día habrá que hacer un homenaje al boj, que tantísima ayuda nos proporciona en el monte.
En nuestro caso, también había alguna zarza.
Asustados por lo que se veía al final de las pedreras (El barranco de San Martín), poco a poco, agarrados a las ramas etc., fuimos bajando y por fin........... el Collado de San Salvador.
Ya estamos en terreno conocido, nos vamos por la comentada senda de los burros, subimos a Los Campos de Ciano y allí tras un corto paseo, ya tenemos el coche.

Son 10 kilómetros y 752 de ascenso acumulado, pero muy intensos y divertidos.


1 comentario:

Maria Martinez dijo...

Cuantos recuerdos me trae ver el paso de la Viñeta :) Yo creo que San Martin sigue siendo mi escursion favorita...aunque esta vez la hicisteis un poco mas complicada!
Maria