sábado, 2 de junio de 2012

Villaclusa - Collicierco - Lienas

Esta vez la jornada promete sensaciones especiales, y tenemos por delante 35 kilómetros con 1250 de subida acumulada.

La idea es hacer el típico recorrido circular por la Sierra de Guara. Tengo la ayuda del GPS ya que transitaré por sendas muy poco frecuentadas, que en ocasiones la maleza las hace desaparecer y que, al no ser recorridos claros, el perderse es muy fácil.

Dejaré el coche en Lienas Realmente una barriada de Apiés Que a su vez es un barrio rural de Huesca.

Después, siguiendo un camino dirección norte que desemboca en un gran campo de labor (en el que hay una gran casa, cuadras de caballos, circuitos para entrenamiento etc. ¿?), buscaré la entrada de una senda que sube hasta el Salto del Roldán.

Esta senda, prácticamente imposible de encontrar, se la debo al grupo de gente de Salesianos que tradicional y anualmente hacen la Javierada. De hecho es uno de los caminos que les sirve de entrenamiento, y recientemente me uní a ellos para aprender esta senda, disfrutando de su compañía.

Una vez en el collado del Salto del Roldán, siguiendo la pista al pantano de Belsué, al llegar al mirador del repetido salto del Roldan, una senda baja con muchas ganas hacia el Flumen. Hay que buscar un viejísimo "puente" que permite cruzar el río, que en esa zona es algo caudaloso.

Y .......... empieza el lío.

Para subir por el barranco Villaclusa  es necesario tener "tendencias jabalineras", paciencia, piel dura y sentido de la orientación (o un buen GPS). Un rato de padecer, y se llega a la cueva-aprisco de Monrós.- Segundo almuerzo del día para recuperar alguna fuerza. Seguimos hasta el Collicierco, y al llegar a él, ¡ya es terreno conquistado!. Desde allí, el Picón, Punta Villaclusa, Gabardiella etc., son un espectáculo.

Por agradables sendas, incluso alguna pista, Cuello Bail, Campos de Ciano, bajar hasta la senda de San Martín de la Val de Onsera, Puertas del Cierzo, San Julian de Banzo y a Lienas.

Como digo siempre, una jornada completa de disfrute (este día hasta me permití echar una buena siesta en la ladera norte del Matapaños, de la que me despertó una piña, que al caer de un árbol, me dio en toa la cabeza). Tranquilidad, sin prisas, nunca encuentras a nadie, excepto cuando llegas a la Senda de San Martín en la que ya hay cola de gente. Una mayoría de Zaragoza ¿?.


De este enlace de WIKILOC, se puede descargar la ruta que hice (neta de paseos y vueltas)

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