martes, 17 de junio de 2014

Ordiso (14/06/2014)

Estamos liaos, mu liaos.



Hemos tenido bautizo




Hemos visto (y aprendido lo que en nuestra cabeza ha cabido) cosas sobre orquídeas. Hemos disfrutado de excelente compañía, hemos conocido a gente con la que solo teníamos contacto "inalámbrico", y otras gentes por las que bien merece la pena salir de casa.








Hemos compartido con la gente de Peña Guara. Esta vez en la descansadísima labor de ayudar en la organización.




Pero el sábado pusimos todas las excusas del mundo a posibles compromisos y ¡al monte!. A nuestro ritmo, a pasar todo el día. Destino Ordiso. Un monte que permite hacer una circular por el Valle de Bujaruelo, subir por el Valle de Ordiso y regresar por el de Otal.

Aparcamos en San Nicolás de Bujaruelo, nos ponemos las botas, almorzamos y alparceamos un rato.







Pues eso. Cruzamos el río por el precioso puente de San Nicolás, y por la orilla izquierda vamos subiendo por la senda, que al poco se convierte en pista. Un fresquillo muy agradable nos acompaña.












!Cuantos años hace que veníamos con nuestras hijas a disfrutar de este sitio¡, incluso mas arriba. Entonces  subíamos con el coche, y después de disfrutar un rato, montábamos nuestra infraestructura alimentaria.












Al poco rato vemos un "guasap de zaborros" que ha puesto alguien para sus amigos. O es muy reciente, o todo el que ha pasado por aquí lo ha respetado. Queda gracioso.














También una indicación hacia un puente colgante. Precioso. No recordamos haberlo visto nunca. ¿Será nuevo? Nos prometemos volver a Bujaruelo, pero sin destino fijo, a zascandilear por aquí y ver cosetas, tanto para refrescar la memoria como para ver los avances senderistas.








Seguimos subiendo hasta el Refugio de Ordiso. Allí hay que tomar la senda que, tras cruzar el río Ara por un puente algo roto, se va internando por el valle de este nombre. Esta primavera es exuberante. La flora está desmandada y claro, embellece todo.


Progresamos gradualmente por el valle hasta su cabecera. Una paradita al lado de un destruido refugio, y a encarar la subida.









La pendiente se endurece, y en poco rato se suben 500 metros.

Segun nos aproximábamos al collado, la jodimos con ventanas a la calle. No llevamos track de GPS, hay unos neveros de ultima hora que nos impiden progresar adecuadamente, así que, como somos de los que piensan que "si que hay un mañana", almorzamos y, sin superar los 50 metros que nos quedan a la cumbre, empezamos el descenso hacia el Valle de Otal.






Por supuesto en este altozano, la vista circular es para estar un rato:









































































Vignemale, Taillón, Pico Otal, Tendeñera y ...................... en fin "tota la orchesta" Un buen rato pasando algo de fresquibiri (bien mereció la pena).



Bajamos por la faja Basarán, lo que nos permite gastar una broma a nuestros amigos de Sobrepuerto. Faja Basarán, de camino a Otal..........


Antiguamente estos pastos eran aprovechados por gentes de Sobrepuerto y los nombres tienen algo que ver.

El descenso es un poco tostón, vamos en busca de la GR11, que en esta zona es algo perdedora ya que las vacas, y sus jefes, han trazado muchas otras sendas. El lazo llega casi hasta la subida a Tendeñera, y viendo el destino justo debajo, da pereza pero.............. somos senderistas.

Con mejores rodillas seguro que se puede bajar campo a través por las suaves praderas (tipo Heidi), pero no es el caso.





Lo que si aprovechamos son las recientes jornadas de orquideologia de Biescas. El maestro Navarro seguro que estaría orgulloso de nuestro aprendizaje.

Antes nos parecían unas flores bonitas "pero na mas". Ahora son unas orquídeas a las que todavía no sabemos ponerles el latinajo, pero respetarlas mas si cabe y, sobre todo, admirarlas.

Por lo visto, es un año especial, y la abundancia junto con la belleza nos hacen disfrutar.






Descanso en el refugio de Otal, y ya, siguiendo la pista (excepto algún alcuerce), hasta San Nicolas de Bujaruelo.

Otro día en el monte. Todo lo que sea menos de 8 o 10 horas de dedicación a esta excursión, me parece un insulto.

El domingo, un reciente amigo natural de Buesa, nos contó que en su infancia salían de dicho lugar a las 3 de la mañana para ver sus vacas que estaban en los ibones de Ordiso, regresaban a Buesa ese mismo dia. Llegaban bien anochecido. ¡Eso era una excursión! Y con albarcas.

¿Donde se puede estar mejor?

Pues no lo se, pero el sábado que viene tenemos previsto salir otra vez. El tiempo, por el momento, apunta raro. Ya os contaré

Esta vez si que considero útil el track ya que desde el refugio de la cabecera del valle de Ordiso hasta el enlace con la GR11, despues de pasar por el monte y avanzada la bajada, no hay señalización ninguna, así que: allá que va.


Venga pues, salud y monte pa todos 

4 comentarios:

J. M. N. dijo...

El "maestro" Navarro os está profundamente agradecido de vuestras palabras y de vuestro interés. Y el guasap de zaborros de lo mejor que he visto en mucho tiempo... acojonante tú... aún me estoy partiendo la caja.
Bueno, va que ya no queda nada para el magno evento de primeros de julio... la verdad es que tengo muchas ganas de volver a vernos.

Enrique Martínez Labalsa dijo...

El domingo tuvimos ocasión de conocer a una persona que también estará con todos nosotros. ¡Esto apunta fenomenal! ¿El libro ya lo tenéis?.

Fabio dijo...

Excursion muy maja con impresionante vista del Vignemale!
;)

Enrique Martínez Labalsa dijo...

Cierto es, ya tengo ganas de compartir con vosotros algo por el monte. Un fuerte abrazo