El domingo que cambian la hora, Rosa no tiene ganas de grandes esfuerzos, así que hacemos algo que teníamos pendiente desde hace tiempo. El Yacimiento romano de Labitolosa
Media jornada, y plan de deshacernos de los excesos calóricos de Semana Santa. Lo primero OK, lo segundo ¡Ni de coña!
Espectacular, ¡lo que hay allí! Lo que queda por investigar. Mierda de recortes.
Con la cantidad de información que hay en la red sobre este asunto, no seré yo quien se quiera hacer el listito. Labitolosa, Cerro Calvario.
Después del baño de piedra natural, a almorzar a La Puebla de Castro. Pueblo bien interesante, se nota su antigüedad, raigambre y "casas" bien consolidadas.
Rosa dice que tiene un carácter íntimo con sus calles tan estrechas y enlosadas, parecen el pasillo de una vivienda. En fin, majo de verdad. Almorzar sentados en un banco público, y viendo Sobrarbe, Ribagorza, algo de Somontano y medio Pirineo. Está muy bien.
Ahora ya nos encaminamos a San Román de Castro.
Cuando pasamos por el congosto de Olvena, de viaje al Valle de Benasque o a cualquier otro sitio de esta zona, la ermita, aparece en un alto, y nos saluda con arrogancia.
Pero claro, como vamos a otro sitio, siempre la dejamos para mas adelante. Ya es hora de que le hagamos una visita.
La Ermita es lo único que queda en buen estado de conservación de una población asentada en la antigüedad, que se trasladó a La Puebla de Castro.
Naturalmente está restringido el paso a vehículos, pero con un par de puertas metálicas importantes. El ferrero que las hizo, tuvo algún "capricho" que le quedó muy chulo.
Y, así acabamos la jornada de monte.
Si Si, son migas
Estaban soberbias:
Por cierto, al lado del Congosto de Olvena. ¡Casi nada!
He subido la ruta, aunque esta todo perfectamente señalizado
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