Estamos haciendo el tour de las fiestas de los pueblos de Sobrepuerto.
A las de Escartín, fuimos pero solo un ratico por la mañana. Por la noche nuestros avejentaos compañeros de andada, no quisieron acompañarnos.
Las de Bergua, las vimos desde la Manchoya. Pensamos que serían demasiado fuertes para nuestro cuerpo. Unos días antes pasamos por Bergua, era domingo por la mañana, y esta imagen nos impactó:
Si esto era el producto de una noche de sábado, lo de las fiestas podría ser mortal, así que a Manchoya bien tranquilitos.
Las de Ainielle y Cortillas, coinciden
Un concuñado tiene antecedentes (familiares no jodamos) de Cortillas. Nos tiene invitados, así que iremos y ya contaremos.
¡Venga que como siempre me enrollo!
No hay que madrugar mucho, a fiestas se llega justo pa después de misa, y aunque los lugareños nos insistían en que tras la comida es cuando mas ambiente hay, nosotros tampoco quisimos retrasarlo tanto.
Desde Oliván a la Cruz de Basarán, hay 11 kilómetros que se pueden hacer perfectamente con cualquier turismo.
Este lugar es un precioso cruce de caminos, situado en donde mas alto llegan las pistas, hay carteles indicadores para: Escartín, Ainielle, Otal, Bergua, Basarán y Cortillas. Es por tanto el centro geográfico de Sobrepuerto.
Como tenemos previsto hacer una circular, dejamos allí el vehículo, dirigiéndonos hacia el Alto de Ainielle y el camino de Otal.
En el trayecto, además de coger robellones, ya vimos vehículos cuyos ocupantes, sin duda, se nos habían adelantado.
Tranquilos, habrá para todos.
En un momento dado, y siguiendo la correspondiente marca, se deja la pista para entrar en la senda a Otal. Típico camino de Sobrepuerto.
Suelo blando que las hayas se encargan de mantener, montones de arboles que producen agradable sombra, y más robellones.
En la senda, hay un cartel (metálico y muy bien hecho), que nos informa que entramos en el término municipal de Broto. ¡A mi que coño me importa!. Esos carteles, de los que está plagado Sobrepuerto, costaron una pasta, tanto hacerlos como colocarlos.
Naturalmente solo valen para que el citado Ayuntamiento se de "pisto". Esas perras bien podrían emplearlas en arreglar un paso que si bien no es muy peligroso, si que hay que pasarlo con cuidado. Además por este camino, también transitan niños que quieren visitar el pueblo de sus mayores.
Al poco, entre los árboles, aparece Otal. Pueblo mimetizado con el paisaje, en el que se ve como la naturaleza va reconquistando los bancales que en su día el hombre le arrebató.
Pero, hay algo distinto a la última vez que pasamos por aquí. Unos bultos de color al lado de la Iglesia. Es el material depositado para reconstruirla. Un asunto muy debatido, incluso entre las propias gentes de Sobrepuerto.
Hoy, la llegada a Otal, produce especial satisfacción. Otras veces la soledad, o como mucho las vacas, han sido nuestras únicas compañeras.
Esta vez hay 20 o 30 personas preparando la comida (de alforja) en unas mesas al efecto.
Saludos, explicaciones, y el buen rollo correspondiente. ¡Es lo que tiene la fiesta!
La iglesia, por lo menos, ya se ve limpia de maleza, apilados los materiales que se van a reciclar, en definitiva ya están trabajando.
Alguien del pueblo se dispone a colgar la bandera de España en el campanario. También pretende bandear la única campana que existe.
Cuando llega arriba, ¡un taco bien gordo! ¡ha desaparecido el badajo de la campana!
Mecagoenlamadrequeparió a todos los depredadores de Sobrepuerto y de tantos sitios similares (esta frase es mía). Pues menos mal que hay que ir andando, si no hasta la campana hubiesen robado.
Un rato departiendo con las gentes que han ido a Otal a recordar, enseñar y disfrutar de algo suyo.
Tengo advertido que los de Sobrepuerto hemos nacido en donde nos ha dado la gana, pues bien, demostración evidente: encontramos a una persona que, como yo, tiene también antecedentes en Sabayés, compartimos apellido, así que, a las pruebas me remito.
El señor de "la meteo", advierte que para esta jornada habrá lluvia "pero poca". Como no queremos mojarnos, aunque sea poco, emprendemos el regreso.
Lo hacemos por la margen izquierda del Barranco de Otal, La senda discurre bien pegada al río por lo que la música del agua nos acompaña agradablemente.
Solo hay que cruzar el barranco una vez, y llegamos a Planaglera, en donde comemos fenomenal (por el sitio no por otra cosa). También disfrutamos una mini-siesta que no se puede perdonar.
Subimos por la pista que viene de Escartín, lo que nos permite ver nuevamente lo que queda de los enterramientos de Niablas.
Intentamos buscar, de nuevo sin éxito, algún vestigio del monasterio de Santurbez (información de JMNL)
(Rosa sigue cogiendo robellones)
En fin, otro día perfecto de monte. Con sus sorpresas y situaciones agradables.
Pongo el track en Wikiloc, además considero que es un excelente paseo para conocer tanto Otal, como el alto de Basarán, dándonos idea de la ubicación de otros lugares que se ven perfectamente: Escartín, Bergua y Basarán y por supuesto, los guardianes: Erata (con San Benito), Manchoya y Pelopin
Venga pues, buena gente, seguiremos en contacto, salud y monte pa tol mundo güeno (a los chorizos ojalá se les infecte la pus que les salga de donde yo dijera)
No hay comentarios:
Publicar un comentario