Hacía muchísimo tiempo que no íbamos a Ordesa.
De hecho no conocíamos el transporte público que durante los meses de verano y desde Torla, lleva a la pradera de Ordesa.
Bien que lo aprovechamos ya que, al no tener que ir conduciendo, disfrutamos del paisaje, sin correr riesgos.
De hecho no conocíamos el transporte público que durante los meses de verano y desde Torla, lleva a la pradera de Ordesa.
Bien que lo aprovechamos ya que, al no tener que ir conduciendo, disfrutamos del paisaje, sin correr riesgos.
Como antaño nos volvió a sorprender, aún bien conocida, la espectacular belleza del cañón principal y sus aledaños.
Está claro que Ordesa bien puede ser el cielo de otros mundos.
En fin, queríamos dar un paseo que nos permitiese volver a comer a la pradera, por lo que elegimos La Faja Racón. Hace muchos años y, con queridos amigos, hicimos esta excursión, pero me suena que esa faja se denominaba como Faja Luenga, en fin, tanto da. Se disfruta se llame como se llame.
Efectivamente, llegamos justo en hora de comer en la pradera. Como hace tantos años que, de vez en cuando, lo hacíamos. Dueños nuevos, camareros nuevos, utensilios nuevos, pero el espíritu es el mismo.
A pesar de lo que dice WIKILOC, realmente solo son 9 kilómetros con 560 de subida.
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