Cuando Silvia y JuanCarlos se humanizan, ¡da gusto! Excursiones cómodas (24 kilómetros con 600
metros de ascensión acumulada), sin necesidad de punchos raros, ni hierros ni
fencejos. Llevando comida normal y nada de “barritas/geles energéticos”
Esta de hoy, nos la
traspasaron ellos, y que preciosa ha salido.
Cierto es que el 80% de
la marcha es por pistas, pero alternando bosques de cajicos, pinos, carrasca
etc. y en este tiempo fresco, es un placer andarlos.
Llegamos medio temprano
a Besians. Aparcar al lado del puente medieval, ya es un lujo. Comernos el
minibocadillo de arranque mirándolo, avisa de cómo puede ser el día.
Una vez equipados
arrancamos por la pista con la clarísima indicación de “Caballera”.
A los pocos minutos,
vemos un desvío que señala la parroquial de San Juan Bautista. Vamos decididos
hacia ella, y tras verla desde el exterior, nos colamos en su interior.
Lo primero que llama la
atención es su bóveda asimétrica, parece mentira que haya aguantado tantos siglos
sin derrumbarse. Cierto es que el grosor de los muros le ayuda a mantenerse en
pie.
Cuenta con una pequeña
y oscura cripta.
Un ultimo vistazo al que pasa por ser el puente medieval mas bonito del rio Esera.
Un ultimo vistazo al que pasa por ser el puente medieval mas bonito del rio Esera.
Seguimos la marcha, el bosque
y la pista en excelentes condiciones (incluso para vehículo ligero), hacen que
sea un agradable paseo.
Nos resulta curioso que cada poco hay un cartel que recuerda que estamos en una “finca particular”, y que está prohibido coger setas. Pues me parece muy bien que para eso tienen dueño.
Nos resulta curioso que cada poco hay un cartel que recuerda que estamos en una “finca particular”, y que está prohibido coger setas. Pues me parece muy bien que para eso tienen dueño.
Al llegar a los llanos
de machimalas, podemos ver ya nuestro destino: Caballera, que a lo lejos tiene
como telón de fondo nada más y nada menos que El Turbón. Bien vestidito de
blanco y guapo como él solo.
También nos sorprende
encontrar vacas pastando. Seguro que son de la raza “nadafrioleras” porque por
la noche debe correr un gris bastante serio.
Cruzamos un charco, que
los del termo ya tienen advertido en su
blog, que para más inri está algo helado.
Estamos cerca de Caballera, y ya vemos que en el pueblo conviven perfectamente casas absolutamente derruidas, otras que se han restaurado, e incluso alguna totalmente nueva.
Estamos cerca de Caballera, y ya vemos que en el pueblo conviven perfectamente casas absolutamente derruidas, otras que se han restaurado, e incluso alguna totalmente nueva.
Al ver este pueblo, hay cosas que no cuadran. Tiene buen acceso,
Restos de que hubo electricidad antes de su abandono. Los campos que lo rodean,
se les ve “buenos”. Agua también parece que había. En fin, se despoblaría por
otras razones.
Paseamos por sus calles,
“invadimos” alguna casa espaldada, vemos hasta un horno de pan.
Comprobamos como los actuales ocupantes (aunque más bien parece que se limitan a pasar algún fin de semana), protegen su pueblo del ganado, impidiéndoles pasar con vallas, troncos y cuerdas.
Almuerzo en un carasol, y seguimos nuestra marcha por la pista, pero ahora ya muy deteriorada, e imposible para un vehículo de cuatro ruedas. Unos barrizales/charcos tremendos ponen a prueba el goretex.
Comprobamos como los actuales ocupantes (aunque más bien parece que se limitan a pasar algún fin de semana), protegen su pueblo del ganado, impidiéndoles pasar con vallas, troncos y cuerdas.
Almuerzo en un carasol, y seguimos nuestra marcha por la pista, pero ahora ya muy deteriorada, e imposible para un vehículo de cuatro ruedas. Unos barrizales/charcos tremendos ponen a prueba el goretex.
En menos de una hora
llegamos ya a San Martin de Caballera.
Tiene historia ese monasterio. Sus orígenes visigodos datan del siglo IX, y recientemente se restauró, o mejor dicho se consolidó impidiendo su destrucción total, y recuperando lo más bonito de la pieza: Su cripta.
Tiene historia ese monasterio. Sus orígenes visigodos datan del siglo IX, y recientemente se restauró, o mejor dicho se consolidó impidiendo su destrucción total, y recuperando lo más bonito de la pieza: Su cripta.
Vida dura la de
aquellos frailes, sin duda movidos por su fe (o vete tu a saber porque), en un entorno tan duro como el que sufrían
sus congéneres laicos, pero con lo más básico asegurado, definitivamente hay
que decir que disfrutaban del monasterio.
Vuelta a Caballera, que
con lo pesados y analizadores que somos se nos está echando el día encima, y
estamos justo a mitad de camino.
Nuevamente comprobamos
en Caballera que alguna chaminera “va fumando”. Desde aquí, vamos a bajar a
Santaliestra, esta vez por senda.
Volvemos a comprobar
que los campos que rodean el pueblo debieron ser productivos. Llanos, bien
vallados con paredes.
Vemos y visitamos lo
que debió ser la parroquial de Santa Eulalia, cuya torre está vestida con un
curioso manto vegetal.
Algo de fruta, y a
Santaliestra. La senda es bastante pendiente, pero recientemente ha sido
acondicionada.
Llegando a Santaliestra
observamos que habrá que cruzar el Esera un par de veces. Eso si, por puentes
ya que el rio baja “bravo”.
Poco vemos del pueblo entre
que los días son cortos, que nos hemos
entretenido más de la cuenta, y que todavía nos falta comer, seguro que
llegamos al coche anochecido.
Llevamos frontal en la
mochila así que no nos preocupa.
Efectivamente, comemos
en la fuente de Santaliestra, al lado del puente colgante que después
cruzaremos.
Solo falta llegar a
Besians, por unas embarradas pistas junto campos de labor, y daremos por finalizado otro mágico dia de monte.
Toda la ruta está
perfectamente señalizada, y no te pierdes “ni a posta”, pero yo cuelgo el track
porque me gusta.
4 comentarios:
Muy buenas criaturas!!
Los "humanos" Silvia y J.C os saludan de nuevo...andaaa queee, ya te vale Enrique!!!
No sabes cuánto me alegro de que os gustara la ruta, sólo que me da la impresión de que la subida a Caballera la hicistéis toda por pista, no? y hay una preciosa senda que sube por el canto del barranco d'os Güertos de Dominica, que vosotros cruzásteis en su parte superior, y que va a parar directa a Caballera.
Quizá la chaminera que fumiaba era la de nuestros amigos de Casa Ambrosio, los vimos que subían a hacer leña ese finde...no se si los veríais.
Un abrazo enorme y hasta la próxima.
Recuerdos a Rosa la Bella.
Buenaaaas. Pues si, todo por pista siguiendo escrupulosamente las marcas y estacas (gente disciplinada y juiciosa que somos). De esta forma la pendiente es muy llevadera, y nos permite ir a la par charrando. Nuestra pequeña meninge estalentada vio mojones pero, al ser zona desconocida optamos por seguir las marcas. Desde luego todo mereció la pena. Sin duda es un lugar al que volveremos. Por cierto estoy recopilando información en vuestro blog de la Solana. Nos vamos a ensañar con esa zona. Un abrazo.
Que chulaaa!! Me la apunto, que estos dos a mí no me cuentan nada tú! jejeje
Nos vemos!
Pues hubo que hacerles daño hasta que confesaron la excursion. Desde luego merece la pena.
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